miércoles, 14 de abril de 2010

Snake Corps- This is the Seagull


Una canción que no debe de faltar en tu coche

Biografía

Hablar de Snake Corps es hablar de Tristan Garel-Funk, una de las más originales personalidades que diera la escena alternativa de los años 80. Miembro fundador de la banda de pop-rock melancólico de los primeros 80, Sad Lovers & Giants (otro grupo fascinante, con una mucho más extensa carrera, que llega hasta nuestros días, y con un particular seguimiento en España), fue el artífice de los mejores clásicos de éstos, tales como Things we never did, Cowboys o Colourless Dream, auténticas piezas maestras del post-punk más melódico en las que Garel-Funk empezaba a mostrar sus excelentes dotes como compositor, y el inconfundible carácter propio de su guitarra. Pero, tras dos LP´s con Sad Lovers & Giants, estos se disuelven en 1984 (volverían tres años después, con sustanciales cambios en la formación), y Garel-Funk se queda sin plataforma desde la que dar salida, lírica y musicalmente, a sus constantes inquietudes y obsesiones vitales.

En tal situación, y con amplio material con ganas de ver la luz de alguna manera, no se lo piensa dos veces y decide poner un anuncio en la famosa publicación musical londinense "Melody Maker", buscando cantante para su nuevo proyecto, al que contesta un joven con ganas de una oportunidad, llamado Marc Lewis, cuyas extraordinarias cualidades como vocalista pronto quedaron patentes. La innata sensibilidad de Garel-Funk encontraba el acompañamiento perfecto en los desgarradores y altos registros de que hacía gala la voz de Lewis. Y ese sería hasta el final el núcleo irreductible del grupo. The Snake Corps había nacido.
Sin más tiempo que perder, deciden ponerse manos a la obra. Lo fundamental, el encontrar una casa de discos lo suficientemente receptiva como para dar acogida a la propuesta musical de Garel Funk y compañía, se complicó sobremanera, dado que no se ajustaba precisamente a los parámetros comerciales de la época. Y, por su parte, las grandes compañías independientes imponían determinadas condiciones, en muchos casos abusivas, que no estaban dispuestos a aceptar. Finalmente, Snake Corps acabaron firmando con Midnight, modesto sello indie donde al menos su música obtenía una vía de escape y no estaban bajo presión artística o comercial alguna.

Corre el año 1985 y por fin ve la luz, de este modo, el primer album, bajo el título de Flesh on Flesh. 14 estupendos temas, en los que Snake Corps va dando forma a un estilo propio y personal, que alcanzaría su cima creativa un poco más tarde, pero que ya logran mostrar la tremenda calidad que atesora esta formación y trazar la línea musical a seguir: línea de bajo con fuerte presencia, la guitarra de Garel-Funk como auténtico manantial melódico, las fenomenales prestaciones de la voz de Lewis y, como no, el inconfundible toque atmosférico de los teclados. In Flux, Victory Parade, Save my Heart, House of Man o el corto (no llega a 2 minutos) pero intenso paseo melódico de Flesh on Flesh, son sólo unos ejemplos de lo mucho que da de sí este disco de debut.

Pero, es más adelante cuando termina por explotar toda la genialidad de Snake Corps, y cuando terminan por marcar verdaderos hitos imprescindibles del wave y el dark-pop. Concretamente, con Calling You y la instrumental This is a Seagull, incluídas ambas en un 12" que es, hoy por hoy, una joya de coleccionista, así como en el LP Smother Earth, junto con maravillas como Testament o el memorable Colder Than the Kiss.
No era extraño escuchar en un pub a finales de los 80 el This is a Seagull o el Calling you, como tampoco lo es encontrárse alguna de esas piezas maestras en más de un recopilatorio de los 80. Quizá sea esta última la que mejor condensa la fuerza, la oscuridad, la intensidad emocional y la riqueza melódica de Snake Corps. Con una voz jugando con registros casi imposibles, consigue estremecer desde el primer acorde. No quiero pasar por alto que, personalmente, Calling You es uno de los temas de mi vida, una de las canciones que despertaron mis gustos musicales más siniestros hace años y todo un clásico para la Eternidad.

Se mantuvieron a la sombra de grupos contemporáneos más prósperos dentro de la escena alternativa ochentera, pero sin desmerecer en absoluto. El buen degustador de Cure, Echo & The Bunnymen, The Cult, Chameleons, The Mission, Love & Rockets o los primeros U2 no tardará en reconocer la clase de Snake Corps, y un estilo propio, no exento de oscuridad.

Desencuentros personales y con la discográfica acabaron por separar al grupo. Un tercer LP, llamado 3rd Cup, quedó "enterrado" junto con otros proyectos. Pero un amigo de Tristan Garel-Funk en Ophidian Records, conociendo el culto que acompañaba a la banda desde los tiempos de Sad Lovers & Giants, pidió escucharlo y, inmediatamente impresionado, decidió rescatar el master para su publicación definitiva. De este último LP sólo he podido conseguir un tema, Siren Song. Pero sirve mas que de sobra para hacerse una idea de la magnífica salud creativa de que gozaba el grupo justo antes de su disolución.

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